Casi increíble el haber creado una mini historía así para ellos… Todo tiene una explicación. Después de casi dos meses de mal tiempo continuado, y a poco mas de mes y medio de su boda, teníamos que hacer la preboda, quedar, charlar, tomar café, echar unas risas SI o SI, pero con esta climatología… el plan a) era hacer la preboda en su casa, con un poco de suerte pasar al plan b) que era escaparnos a Urkiola a la nieve, pero lo que nunca imaginamos es que en 24 horas cambiase el tiempo como para poder realizar un “decidido 10 minutos antes” plan c) de acabar en la playa con un sol increíble a las 12 del mediodía. fotografo de bodas en bilbao
De echo no hay mucha diferencia entre una preboda y una sesión de pareja, simplemente es buscar que seáis vosotros mismos, conocernos un poquito y así evitar que el clac clac clac el día “B” os intimide, pero en esta ocasión, a esto podéis llamarlo como queráis… Love Sesion, Sesión de pareja, preboda, manifestación de amor y cachondeo a partes iguales… lo dejo a vuestro criterio.
Así que esta preboda que iba a ser una cosa, luego quizá otra y acabo siendo todo lo contrario, me lleva a dar pistoletazo de salida a la temporada 2018 de recuerdos, una nueva temporada como fotografo de bodas en bilbao (y allí donde me llamen) con la que será la primera cita del año en Abril en una de mis fincas favoritas: Caserío Olagorta.
Estoy deseando que llegue el día para verles de novios esta vez, pero lo que tengo claro es que si están solo una cuarta parte de lo cariñosos que son y se demuestra en esta preboda… la magia del día está asegurada.
Welcome 2018! Amigo mío… que ganas te tengo. Eso te lo puedo asegurar.