…Vamos a pasar fresquito…
Bueno, eso es lo que pensé tras planificar la postboda de María y Jon…¡y luego resultó que nos sobraba ropa!
Comencemos desde el principio: Sabido es que no soy un gran fan de las postbodas, vaya eso por delante. De acuerdo, si, nos sirven para poder realizar una sesión más distendida otro día, sin el bullicio de la boda en sí… pero siempre he pensado que esa mirada que tenéis el día de la boda… esa conexión… frente a la cámara es muy extraño que se de pasadas unas semanas o meses. Por eso el 99,9% de mis parejas siempre hacen la “parte de pareja” el propio día de la boda. Además, mi estilo es narrativo, así que tampoco le encuentro mucho sentido a pasarnos horas posando, solo suelo robar unos minutos…20 o 30 como mucho.
Donde si les encuentro sentido es en dos casos… el primero, que hayáis tenido la mala suerte de tener una climatología de perros el día de vuestra boda y el espacio no diera para realizar unas pocas fotos de pareja, o se quedase un reportaje “muy justito”, y el segundo si vuestra boda es en meses en los que anochece a las 5 de la tarde y el cocktail es tan corto que si le “arrancamos” esos 20 minutos, apenas hacéis acto de presencia en el… en ese caso, mejor disfrutar de vuestro día con los vuestros y dejar esa parte de pareja para otro día.
En el caso de María y Jon, desconozco si se cumplieron alguna de las dos, ya que ni siquiera fuí su fotógrafo de boda. María me contactó y me propuso si estaría dispuesto a realizar una sesión postboda con ellos ya que le apetecía tener unas fotos mias, sin conocerles, a lo loco y de preparar algo que cuadrase con su look. Si que es cierto que en los años que llevo como fotógrafo de bodas en Bilbao (y muchos otros sitios, pero sobre todo Bilbao y alrededores) he hecho algunas postbodas, y me gusta que sean algo más allá que “una sesión rápida paseando por un lugar cercano o alguna playa a cinco minutos de casa.
Su capa verde, que le daba un look invernal de reina de las nieves fue la que “decidió” todo, y como me dió carta blanca en el plan les propuse una escapada a las montañas cercanas a la estación de esquí de alto campoo.
El resto de esta “mini historia” de cómo nos conocimos, conectamos, reímos y disparamos su postboda… y el resultado… os la cuentan las imágenes!