Natalia.
Madre, pareja, pero sobre todo…mujer. Muy femenina, y orgullosa de su esencia y feminidad. Así es la protagonista de este reportaje. Conocerla ha sido un placer para mi, ya que me encanta trabajar con gente que tiene ese carácter afable a la par que derrochan una fuerte personalidad.
Su sesión de boudoir fue una colección de miradas que denotaban la personalidad de su protagonista a la vez que dejaban ver su dulzura y belleza. A los 30 minutos de comenzar parecía que nos conocíamos de toda la vida, lo que ayudo a crear ese clima idóneo para este tipo de fotografía intima en la que Natalia demostró desenvolverse con total comodidad y confianza.
El resultado de esta sesión de boudoir en Bilbao han sido las 270 fotografías que me consta han gustado no solo a su protagonista (quizá incluso un poco mas a su pareja que a ella, jajaja) y un recuerdo intenso, muy sexy y femenino de esta mujer de bandera que se cruzó de casualidad en mi camino, y de la que me siento orgulloso de haber sido el encargado de retratar de esta manera tan intima.